Posts

Showing posts from 2012

Verónica: mariposas envenenadas de dicha

Image
Tic tac tac tash tum respira tic tac tac tash tum respira. LLuvia. Paso cansado, furibundo ataque de las gotas de lluvia. Verónica se agarra el pecho debajo de la lluvia y ve la ciudad tan sucia, la ciudad gris de abrigos y paraguas. -he de morir un poco, que yo he de morir un poco- piensa mientras la sordidez de la calle la llena de bocinas y de estrépitos de carros. Al frente está él mirándola bajo el paraguas y ella le estira una de sus manos -ven, ven, ven- grita con los ojos miel la Verónica total. Él permanece sin ninguna expresión en su rostro, él habla con el silencio, ella sabe el lenguaje de la angustia.  Por entre la avenida, Verónica esquiva autos, no baja la mirada, confía en su oido. Tic tac tac tash tum respira tic tac tac tash tum no lo dejes ir, piensa ella. Agonía.. Verónica cae frente a él, no la recibe, solo cae de rodillas, el asfalto duro y mojado, medias de seda rotas, boca abierta, ojos diluviantes, lluvia dulce, agua salada del mar de las angustias....

Valeria: Las Hormigas Arrieras

Image
c ampesinos colombianos en el lente de Efraín García Las hojas todavía tenían minúsculas gotas de rocío, la tierra húmeda recibía los rayos del sol y entonces se vio a Valeria corriendo detrás de una gallineta. Valeria descalza en pijama blanca detrás del ave, pisando la tierra y ensuciando la orilla de la bota, pensando en el correteo de su amiga gallina.  Al fondo de la casa de madera por la ventana él no la perdía de vista,  había esperado paciente con el tinto de la mañana a que ella despertase y la vio amanecer cuando el sol rojo del llano penetró por la ventana y le besó esa pequeña boca roja. También vio como se estiraba, perfecta en toda su humanidad, vio como tenía sus mismas manos largas y delgadas y le dio felicidad que aunque esa no era su tierra de poetas y riscos, tenía paz en aquella selva verde y tupida, llena de jaguares y de tigrillos, de ecos de sapos vaqueros y de riachuelos vírgenes.  Allá estaba Valeria detenida en una gota gorda sobre ...

La otra, la maravillosa otra

Image
Todos los dioses nos libren del facebook y sus dones, el mayor de todos, colaborar con la baja autoestima, la autodestrucción, la persecución y la descalificación de las mujeres. No me estoy poniendo dramática, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, estoy diciendo que antes, las mujeres tenían que clavar su nariz en el closet para oler y clasificar más de 100 perfumes de mujeres y determinar que sí, que el resultado era Carolina Herrera for Woman más pinta labios número 7 de loreal o del que venden en los chinos, o en la calle (en el caso de mi bella e informal Colombia) sí, el tipo estaba "revolcándose" porque uno no puede decir encontrándose o compartiendo con la otra, la maravillosa otra.  Ahora es fácil, de narices nada, de esculcar extractos de la tarjeta débito ¿para qué? una amiga me dijo hace semanas con una copa de aguardiente en la mano -dime quien lo comenta, cuenta cuantos me gusta, esa que no puede vivir sin meterse en el facebook de él ...

Esas Horribles Càrceles del Cuerpo

Image
La foto es de Santiago Martínez Medina, en Viena 2012 Iba yo caminando por mi barrio lleno de huecos en esos ardores de la adolescencia, cuando cualquiera me gritaba flaca y de ahí para adelante mejor ni hablar. Es que en los 90 la mujer valorada en la clase media baja, gozaba de anchas caderas, una cintura pequeña y un par de pechos talla 42. Esa era la gloria para los hombres, alguien dijo en esa época que era una cosa animal, que los hombres buscaban caderas que aguantaran mùltiples partos, senos que alimentaran batallones. Me miraba en el espejo, lánguida, piernas interminables y un bra talla 28 me sentía un bicho relegado y feo de pelo desteñido -aquí le decimos mono- de ojos indios, la antítesis de la colombiana de mirada mora y voluptuosidades negras, yo era una cosa ahí indeseable en esa dolorosa adolescencia.  Llore bastante el hecho que llegara una diosa caleña a la cuadra y que se llevara a la mitad del barrio en piropos, besos y flores. Entonces encontre la ...

Mujer busca espejo que no mienta

Image
 1987 quiero abandonar la fiestita de primera comuniòn y no puedo. Me piden sonreir para una foto al lado de mamà, apreto los dientes con rabia, sonrisa de hiena. Lados oscuros los tenemos todas: hombres y mujeres, aliens en las pelis de ficción, santos y santas, niños polimormos crueles y ancianitos asesinos y violadores. Yo vibro hippie como una medusa en el océano buscando rumbo, algo de zooplacton diario, otras medusas para bailar moviendo los cilios. Pero  hay que ver que de vez en cuando me transformo, me vuelvo detestable y sale como un rayo  la rabia, la mala onda, la arpía que vive en mì, le pego su quemón de aguamalita al que se me acerque. Ahora en metamorfosis soy una especie de caleidoscopio, depende de quién me agarre, me agite, sabremos el resultado. O múltiples colores, mùsica, besos, mordisquitos dulces o patadas, mala onda y mostrada de colmillo. Un amigo me dijo que prefería el lado bonito, la liz luz,  la vibración de aguamala tranquila...

y quién soy yo

Image
                                                                                    Más que aquel rasguño que rozó la dicha la luna caída, náufraga de insomnio la misma paradoja, el sendero de un sueño  tu luz y mi día, la locura y la llama y quién soy yo más que tu poderosa fiera capaz de saltar las voraces florestas de tu duda la errante y solitaria mariposa del viento el dolor de los siglos, la herida de tu frente y quién soy yo amor, desamor, muralla más que una gota perdida en el asfalto el ritmo ondulante de la sombra eterna                                                                ...

Los domingos, los perturbados domingos

Image
Dice la sabiduría popular que para las rupturas y los desapegos no hay nada mejor que un viaje. Saqué una libreta de años anteriores y busqué en seis meses cumplir la mayoría de los sueños postergados, es que ya tengo 31, es que no se puede pasar la vida quejándose de lo que pudo hacerse y no se hizo. Me fui al Sahara y dejé en el desierto todos los miedos a lo desconocido, a lo diferente. Viajé a Lisboa y toqué hasta el fondo las oscuridades que una mujer promedio puede tener, dejé media vida en medio de los tranvías pero todavía no estaba lista. Entonces empaqué las maletas a Viena y por primera vez rompí el silencio de 10 años de haber dejado de escribir etnografía, de escribir con el corazón, pero Viena me liberó de los hilos más sutiles del dolor del autoritarismo, del edipo no resuelto, del ex novio malo y del amor romántico, volví atrás, repasé mis huellas y cambié el ciclo.  Tanta energía desbordada, tantas veces que dije cheers, salud, tanta comida, tantas part...

Pam: Esta nena es severa boleta

Image
Pam se quedó mirando por la ventana  fijamente, esperando quizás que el man no tirara la puerta, sino que la abrazara por la espalda. Contó hasta 158 y se dio la vuelta y lo vio ahí consintiendo a la vieja Luna y entonces se le tiró a los brazos y el man le dijo -parce ya no la quiero-.  Pam contó otra vez hasta ciento cincuenta y ocho y bajó las escaleras, ahí en el parquesito está el combo de Pedro y de Mauricio, escuchando los piojos.  Pam piensa por un momento si debe pedirle cigarros a Mauro y cómo hacerlo si nunca lo saluda, hace el amague de ir a dar una vuelta por el conjunto, se devuelve, se estira afffff -ey- Mauro se voltea y la mira -ey veci- parce ¿tiene un cigarro? dice la Pam, es que todo está cerrado en este barrio, en mi anterior barrio siempre todo estaba abierto-  Mauro se queda mirando a Pam, despeinada, 26 años y con los ojos hinchados de llorar. -¿qué le pasa Pam?- Pam enciende el cigarro lento mientras siguen sonando los acordes del r...

Verónica: El Río

Image
En la casa está la lámpara adornada con flores secas que verónica prensó con sus manos. En la casa está el baúl lleno de rollos de películas, fotogramas que se repiten en el espacio tiempo de la eternidad. En la casa  está el espejo con el marco de arabescos en bronce. En la casa está la ventana, que da al jardín interior de Verónica. En la Casa está la piscina, llena de algas, llena de lama, llena de plantas, llena de las aguas detenidas que un día fueron río. En la casa está Verónica mirando por la ventana.

Camilo el Caminante

Image
Camilo creció mirando la playa, entre los amores de una mujer con nombre de reina que lo cuidaba con mousse de chocolate. Nació en la ciudad, entre las populares baladas de Roberto Carlos, la arena y el café de su padre.  caminaba con buen ritmo, enamoraba muchachitas hermosas y aunque había una que lo llamaba y que le pedía a gritos que le hiciera  amores, como todo macho latino, la acariciaba solo un poco y le susurraba al oido, -Victoria, te quiero a penas, eres muy linda pero somos solo amigos-.  Un día Camilo se dio cuenta que había perdido un trozo de su corazón, se abrió la camisa y vio como había desaparecido de manera misteriosa la mitad de él. Sin ella,  no podía tan siquiera pasar un trago de agua, porque le faltaba un pedazo de tierra donde esa agua tuviera sentido. ¡voy a buscar la mitad de este corazón! dijo el hombre hermoso de los ojos moros. Cuando Camilo decidió partir, Victoria se quedó llorando pero como nunca ha sido para ella el papel de l...

Narco Déco: el cuerpo de las mujeres

Image
Calentana se le dice peyorativamente a las mujeres colombianas que vienen de la provincia y que pertenecen a departamentos (como está dividido administrativamente Colombia) de altas temperaturas. Si usted se imaginó Colombia alguna vez como un paraiso tropical habrá imaginado mujeres bajitas, de caderas grandes y cinturas pequeñas, voluptuosas y si seguimos con el estereotipo muy calientes.  Mea culpa. Con la misma fascinación de un voyeur vi un comentario de facebook de una amiga de un amigo, sí,  así es la vida uno se mete a facebook -eventualmente- de alguien que no conoce. La cosa sucedió porque la mujer posteó un vallenato (música tropical colombiana) que se asocia con músicas que los paramilitares (ejércitos privados, asesinos a sueldo) mandaron componer en las tierras de Gabriel García Márquez. Pensé que bueno el gusto musical de la chica, venía acompañado con una foto de ella, cual sirena,  mostrando su flamante trasero y con boquita de deseo. Se me revolvió...

Pam y Julian:Under the Bridge

Image
Pam estaba triste, no eran sus lunas, pasaba que por primera vez se le habían acabado los chicles de fresa y el chocolate amargo. Se sentó en el filo de un puente y pensó en tirarse pero al ver los carros pasar se le ocurrió que quizás lo que necesitaba eran nuevos sueños. Se fue caminando a casa, mientras se imaginaba a si misma como una señora llena de gatos y perros, se imaginó que se caía dentro de un hoyo negro y sin fín, todo eso pensó Pam, cuando de repente mientras entraba en su casa sonó el teléfono gris de la sala -¿alo?- en el fondo de la línea la voz de Julián era como aire fresco después de caminar bajo el sol de 40 grados. -mona, a las 2 estoy en tu casa, tengo un fast car y nos podemos ir donde quieras- Pam comenzó a mover el piesito derecho marcando la percusión de una victoria total.  Cuando Pam abre la puerta ve a Julián y su maleta -ay Julián aveces siento que no tengo un compañero y que la ciudad es mi única amiga- Julián que conoce los colores de Pam, s...

Nosotras las desqueridas y las bienamadas

Image
Ahí estaba yo con el corazón en la mano todo maltrecho, pateado por la ausencia y las distancias, ahí estaba Liz caída en el suelo, rasgándose las vestiduras pensando lo peor que le puede suceder a uno después de hacer una apuesta y darla por perdida. Pensé en la tragedia que me anunciaba el skype y sus silencios, el mail y sus silencios, el facebook y sus silencios, el móvil y sus silencios. Me di cuenta que estaba ahí, sólo Liz,  sin ningunos ojos que la contuvieran, sin ninguna mano que la levantara. Oh nuesto eterno melodrama, qué haríamos las latinas sin las telenovelas y sin vernos ahí en la escena de mayor rating cuando estamos tiradas en el suelo con el corazón desangrado ¡Juan carlos, Gustavo Adolfo, Carlos Iván! por qué me haces esto, por que me dejas aquí sin ti, tan desolado mi cuerpo como mi alma ¡que yo no soy nada sin ti! ¡que sin ti me muero! luego es el zoom a la boca agónica y torcida del llanto, al pelo enredado mezclado de saliva y lágrimas y deviene luego...

Los lazos que se rompen

Image
Barcelona parece Colombia por estos días. En mi casa suena Leandro Díaz, se lee Gabriel García Marquez y hay muchas maletas en el suelo. Un sol que acaricia, que se me cuela por entre la falda como narran tantos vallenatos, me dice -no llores niña, ponte bonita que tu eres de verano- yo me quedo quieta pensando que no se si aguante tanta cosa.  Me quedo aquí en esta burbuja esperando algo que todavía no se, en un estado de mutismo, de entrega absoluta al destino, de odio inclemente a la soledad, de desidia, un enamoramiento intenso de este puerto húmedo y viejo, de esta ciudad hecha a pedazos, de la gente que pasa transeúnte y la ama y la deja y la usa. Pobre Barcelona es una chica guapa con la que todos dormimos, a la que todos besamos, la que nunca será la novia, sólo el amor contrariado, el temporal.  Aquí entre mis piernas florece una mujer de 31 años y mis pasos son los de una mujer común y corriente, una colombiana promedio, pero hay que ver cuanto pueden ver mis...

Amanda que llora

y sin saber cómo ni porque circunstancia Amanda no podía llorar. Todo le dolía pero a Amanda solo le habían enseñado a sonreir. Un día enferma se dio cuenta que estaba a kilómetros de casa y que no había nadie, ni el ladrido de su perro, ni las manos largas y grandes del hombre que había amado por última vez, ni las voces dulces de su casa. Entonces Amanda rompió a llorar y se murió un poco.

Pam: las lunas

Image
Vemos a Pam mirando el techo mientras muerde la cabeza de un lápiz número 2. Es de mañana y no hay colegio, lo único cierto es que hay unas ganas de morirse impresionantes. En las noticias  el titular cuenta cómo las ballenas quedan apresadas por las innumerables bolsas plásticas de gente desalmada que compra, y compra, y compra. A Pam se le llenan de lágrimas los ojos. Luego en el teléfono grita Pam con voz de mal humor, ¡alo! y una voz tímida responde: - ey, soy yo Sergio- Pam mira el lápiz con desidia - ¿qué tal? - Sergio piensa por espacio de un segundo qué es lo pertinente para decir, en la mente rápida hace tres algoritmos diferentes cuyas salidas siempre llegan a un lugar común: va a tirarme el teléfono haga lo que haga, diga lo que diga. - Corazón ¿quieres ir a montar bici o a caminar por el parque? - Pam estira la boca como coati perdido... suspira - bueno está bien, a las cinco- acto seguido tira el teléfono.  Vemos a  Sergio y a Pam en el parque del Sol, ...

las libres asociaciones

Image
Mujeres en la conmemoración  de la masacre de la Rochela  2011 la pequeñita no paraba de sonreirme  Cuando mataron a Rosa yo estaba en un café, intentando irme de un mal novio que me golpeaba y me decía permanentemente que estaba loca, que mi familia era disfuncional porque mi mamá no me tenía comida caliente cuando llegaba y que dios (porque era católico) lo libraría de tener un hijo mío porque mínimo saldría drogadicto. Yo le estaba viendo esos ojos que de por sí eran lindos porque era un hombre guapo y exitoso, al que no le faltaban mujeres ni tampoco trabajo y entonces sonó el teléfono y era mi madre,  como siempre que se muere alguien con ese tono entre templanza y horror me dijo:  -mija, asesinaron a su prima en Villavicencio- me quedé pensando en todo, en que era mi prima la grande, esas primas que uno ve como crecen guapas, de caderas generosas, de bocas perfectas, lindas y sonrientes.  Y mataron a Rosa y como siempre que se muere al...

Amanda que ama

Image
Y como una niña que acaba de nacer Amanda tuvo que recoger los pedacitos de su vida y volverse a criar, sin miedos, sin traumas, con un amor tranquilo y libre. Cuando Amanda niña se siente abandonada, Amanda grande le dice que tranquila, la contiene en su pecho y la levanta. Cuando Amanda niña tiene miedo, Amanda grande le quita la oscuridad y el barro de los ojos y Amanda niña se da cuenta que el miedo sólo es fango pero que se quita lavándose la cara con el más puro de los auto amores. Cuando Amanda niña siente culpa, Amanda grande le va quitando pasito a pasito con la calma de un labrador que ve crecer la semilla, el fardo de su espalda, la angustia en el estómago. Cuando Amanda niña deja de acordarse que tiene a Amanda grande, Amanda llama a Pedro José y a Luciana, que a su vez llaman a Liz Corner para que escriba estas letras.

Verónica: Los vestidos

Image
A Verónica le gustan los vestidos. Nunca fue buena para trepar árboles ni para ensuciarse en la hierba, lo de ella eran las telas de todos los colores, buscar las combinaciones perfectas entre los retazos y armar trajes de luces con la máquina de juguete que le regalaron a los ocho años. Si quiere imaginar a Vero, imagine la peor pesadilla en el colegio, una mujer más que hermosa, más que bella y por tanto inaccesible. Imagine esa bruja de ojos inigualables que le rompió el corazón, esa que usted invitó a sus 15 y que terminó por robar la atención hasta de su padre, la que en la universidad entraba y desconcentraba al profesor más temible, la que cruzaba la pierna entre los amigos y había un silencio inmediato detenido en el olor de cada movimiento de ella y su fino perfume que dolía en los machos. Estamos hablando de Verónica a quien le gustan los vestidos. Verónica no sabía que era bella, pensaba en cambio que era un poco extraña y siempre tuvo esa intuación que algo pasaba con las m...

los tiempos circunstanciales

Image
Cuando yo abría la ventana, esa ventana que traía todo el sol de los andes colombianos, esa ventana desde donde lo único que se veía eran las dos casas vecinas con sus patios y sus antenas, las notas de la música popular que cantaba a gritos llegaban hasta los barrios bonitos donde no podía vivir, porque así era la vida, había nacido obrera y antes de ser eso malo o bueno, apenas era una conciencia de ser diferente de los que vivían a pocas cuadras en casas nuevas y planeadas, con closet para todas las habitaciones, con tres baños, con áticos. Mucha gente en Colombia me negó la posibilidad de encontrar otras lices que pudieran abrir ventanas y cantar Victor Jara y rage Against the Machine hasta el cansancio, muchas personas e instituciones han callado la crítica por tildarla de mamerta, de un revolucionarismo trasnochado y aburrido. ¡Allá van los revolucionarios, esos de mochila y libros de Benedetti! un reconocido periodista que lleva mi apellido, me acusó un día de ser una muchachit...