Pam: las lunas

Vemos a Sergio y a Pam en el parque del Sol, él con un kit pre trauma porque conoce las lunas de Pam, con la dulzura de un novio de 15 años le dice: -mira, tengo chocolate, tengo...- pero Pam lo interrumpe con un alarido melodramático tomando sus audífonos, - sólo quiero escuchar este casette de Alice Cooper ¿ok?- Sergio con la paciencia de un santo se queda mirando como Pam ahora sólo existe para Poison y ve como canta la Pam y da salticos en un mismo lugar en el parque. Así pasan los cerca de 4 minutos con 29 segundos, -¿Sergio tu me quieres? - el pobre chico de ojos de sueño le responde con temor de haber pasado cuatro cambios de luna - no Pam, yo...- Pam se pone en posición felina - yo sabía que no me querías se te veía en los ojos, se te notaba hoy en la voz en el teléfono, te odio Sergio si tu me cumplías todos lo sueños y ahora no, ahora ya no hay nada entre nosotros más que esta canción y la llevaré siempre como la soundtrack de... - Pam rompe a llorar.
La semana pasada la luna de Pam estaba llena y recorría las calles en la noche buscando una chapa y un afiche de Pink Floyd. - Pam sabes que no te puedo acompañar al centro, tengo clase de guitarra y no podré ir - le dice Sergio en la puerta de su casa - vale man, no importa estas cosas son cosas de mujeres, además usted no entiende la mística de pink, es para avanzados muchachito- dice con la boquita más roja que nunca y con esa presencia que sólo denota un puto peligro caminante. ¡que te como! grita Pam sonrisa en boca de fresa, persiguiendo a Sergio, luego se escuchan las risas de los dos en toda la cuadra.
Sergio piensa que preferiría que siempre estuviera en la luna de la semana antepasada, luna que crece. En tiempos de creciente, a las 7:00 de la mañana bajó Sergio para tomar el bus hacia el cole del Sagrado Corazón y allí estaba ella en el paradero, tenía una luz que solo tiene en esos días y se vino sonriente con el walkman en las orejas - mira cambié los auriculares a lila- le dice segundos antes de besarlo profundamente hasta arrinconarlo al muro del condominio A de la esquina 73 c por donde pasa el bus escolar. Te recojo esta tarde para que vayamos al concierto de las almas, a mi no me gusta el ska pero puedo soportarlo con serenidad si me das muchos besos y unos más por premio a mi bello caracter- dice Pam histriónica pero dulce.
Sabe Sergio que en menguante todos los dolores del mundo confluyen en Pam y ella los recibe, los traduce. Aulla, canta, grita, se estremece, discute, le gusta comer ensalada de frutas o recluirse en su habitación a escuchar los Beatles, ha visto como diluvia todos los males universales y grita con odio ¡Some of those that were forces are the same that burn crosses! saltando en la terraza de su casa. Pam en menguante da miedo pero es solo fuerza. Sergio se le acerca como un marinero que sabe sumergirse en los mares más oscuros y más densos de su alma y la abraza - no te quiero Pame, te adoro-
Con el tránsito de las lunas veremos la nueva Pam haciendo carteleras para prevenir el consumo de pieles, la veremos escribiendo poemas sobre una ballena que se perdió en una isla de plástico, saldrá a marchar para liberar a los animales ¡animal liberation, human liberation! gritará, la veremos acurrucada escuchando la tierra y abrazada a un arbol, la veremos con colores vivos y radiante. Sergio la mirará desde lejos y pensará que está en luna nueva y pronunciará aquel poema de un poeta brasilero que dice: Dios nació mujer, parió el mundo en seis días, descanso en el séptimo y menstruó en el vigésimo octavo.
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