Amanda que llora

y sin saber cómo ni porque circunstancia Amanda no podía llorar. Todo le dolía pero a Amanda solo le habían enseñado a sonreir. Un día enferma se dio cuenta que estaba a kilómetros de casa y que no había nadie, ni el ladrido de su perro, ni las manos largas y grandes del hombre que había amado por última vez, ni las voces dulces de su casa. Entonces Amanda rompió a llorar y se murió un poco.

Comments

Anonymous said…
Yo nunca me voy... aunque siempre este con la maleta lista para que caminemos hacia nunca jamas.
J

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