La otra, la maravillosa otra


Todos los dioses nos libren del facebook y sus dones, el mayor de todos, colaborar con la baja autoestima, la autodestrucción, la persecución y la descalificación de las mujeres. No me estoy poniendo dramática, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, estoy diciendo que antes, las mujeres tenían que clavar su nariz en el closet para oler y clasificar más de 100 perfumes de mujeres y determinar que sí, que el resultado era Carolina Herrera for Woman más pinta labios número 7 de loreal o del que venden en los chinos, o en la calle (en el caso de mi bella e informal Colombia) sí, el tipo estaba "revolcándose" porque uno no puede decir encontrándose o compartiendo con la otra, la maravillosa otra. 

Ahora es fácil, de narices nada, de esculcar extractos de la tarjeta débito ¿para qué? una amiga me dijo hace semanas con una copa de aguardiente en la mano -dime quien lo comenta, cuenta cuantos me gusta, esa que no puede vivir sin meterse en el facebook de él y te diré cuál es la zunga que te lo está quitando- esa noche me reí, luego quedé con la permanente sensación del aguardiente que le quema a uno la viscéra, me dio asco todo lo que deviene con los celos. 

Más de una vez las amigas me han enviado ya al borde de la angustia -y yo también lo he hecho-  un link que da a la ventana de todas las dudas, facebook nos da no solo la oportunidad de ver su nombre sino sus gustos y también sus fotos y ahí comienza la despotricada hacia la maravillosa otra. -es una gorda, no tiene tetas, es muy básica, lee esas revistas banales, y ella cree que eso es interesante, pobre perdedora tiene que poner la foto en bikini porque vestida no vende, que asco de perfil, yo a esa edad estaba más buena,  obvio escucha esa música cutre, es una pija sin sensibilidad social, calentana, subida, perra, quitamaridos, solo quiere sacarle el dinero, ordinaria, no pues tan classy porque se puso un moño vintage- si esas conversaciones se grabaran ¡madre de dios!

Y entonces otra amiga que es más sofisticada en la investigación criminal de la infidelidad me dice - eso no se busca en facebook, ahí todos somos bonitos, bien puestos, uno pone las fotos deslumbrantes de perfil, eso váyase al google, que siempre dice la verdad-  entonces aparecerá la foto del colegio, la de los compañeros de trabajo y un vientito fresco que recorre el cuerpo porque la maravillosa otra no es ni Angelina Jolie, ni Natalie Portman. Y a mi me vuelve ese ardor de insatisfacción, ese nosequé y tengo que sacar el arma contundente de poner aquella frase de la marcha de las Vadías de Brasil "no hablo ni me refiero a las demás mujeres con palabras descalificadoras o soeces". Respiro... obvio que uno detestará a las mujeres que terminan en las mieles de las feromonas del novio, levante, folloamigo o lo que sea, pero son mujeres y ellos no son propiamente ángeles seducidos por estos súcubos lujuriosos. 

Supongamos que uno tiene una relación donde la fidelidad es un acuerdo. Para que haya infidelidad se necesitan dos, una mujer que le gusta un tipo y el novio de uno que le gusta esa mujer. Primera regla, ella debe saber que él o tiene novia o está casado o tiene hijos. segunda regla, una vez se sabe esto, si se decide seguir ya es problema de los tres, si no, uno está siendo un completo hijodeputa y siento mucho decir que se conjuga  -en  la mayoría de las veces - en masculino, aunque recuerden mi responsabilidad de magdalena disoluta meaculpa.  Tendemos a pensar en la otra como la encarnación de una rubia sueca, una latina sexy o una negra monumental que se escapo de sports illustrated, no, es cualquiera, o sea una mujer - mujer que algo muy interesante si tiene, no se si sólo físico.  Le apuesto a los hombres, no creo que sean tan básicos, algo tiene ella que si es maravilloso, pero ahora nosotras no seamos tan básicas, no es algo necesariamente basado en el algoritmo tetas- culo - piernas, así se las den de muy masculinos y seductores. 

La maravillosa otra es una mujer igual a nosotras, es más,  lo ridículo y absurdo es que hasta uno puede ser esa otra y ni se ha enterado. Yo recuerdo en el último semestre como una compatriota me acusó de estarle coqueteando al marido -el pobre, alma de dios- me contenía mis crisis existenciales, las lunas autodestructivas y hasta doctrina política me daba y todo esto sin el más mínimo erotismo, éramos como bien se dice, hermanitos. De tal manera que de una cosa si estoy segura y es optar por un acuerdo de logia entre nosotras, yo me he propuesto por voluntad férrea que si un tipo con novia me busca se puede ir al carajo, que si un hombre casado me manda mensajitos, se le responde la verdad -¿oiga parcero usted tiene una relación abierta con su chica? ¿no? muchas gracias pero no- ¿muy difícil? no. Hombres abundan, mujeres también, cuando este solito y solicitado hablamos. 

Me gustaría un mundo ético, donde la infidelidad o no existiera o fueramos tan maduros como para aceptar que siempre nos gusta alguien más y que eso no es pecado, me gustaría que eso no nos hiciera daño, ni que con eso destruyéramos al otro o a la otra. La clave de todo es el egoismo, el momento infiel es un momento individualista, de goce personal, de olvidarse que hay alguien que lo piensa y se lo ha aguantado a uno cuando es un mar revuelto. Pero no se trata de moral sino de responsabilidad del daño ¿cómo hacemos una sociedad más sana en términos de relaciones? ¿cómo destronamos el amor romántico, monogámico, heterosexual y creamos uno más colaborativo? yo estoy resignada a que los hombres y las mujeres somos infieles pero y entonces ¿de qué se trata la pareja?

Pongámonos serias, ella tampoco es una víctima, responsabilidad tiene si decidió seguir con el tipo pese a que ve las fotos del facebook con sus hijos y su bella y diáfana esposa (ja ja ja)  pero démosle la vuelta y ¿cuando somos amantes? yo por lo menos nunca tuve caracter para decirle a ella -hola soy la amante de tu novio- también la fisgonié por facebook -tiempo después- y hasta me invadió la culpa, pero ahora la veo tan feliz que creo que si pudiera me mandaría mi video beam tan deseado en reparación por haberselo quitado y haberme casado con él. Lo que yo no supe nunca es que no se lo había arrebatado, ella había decidido irse por voluntad y amor propio. ¡punto para la novia, menos 10 para la otra, la maravillosa otra que era yo!  y además ¿donde queda la autonomía de nuestros implicados machos? una infidelidad no es gratuita, algo huele mal, algo no está funcionando, algo se rompió, llámese deseo, intimidad o complicidad.

Me puse densa en el blog.  Pero exijo y quiero dar coherencia, me he puesto radical, ¿nos ponemos radicales? si con quien tengo la relación es con mi novio, folloamigo, marido o levante ¿a quién tengo que implicar? a él. Ella, la maravillosa otra, es una como yo, que probablemente también está en el círculo maldito de -me estoy separando, mi novia no me comprende, es muy celosa, es muy controladora, tu eres increible- la veremos con ojitos soñadores pensando que ha tocado el cielo con las manos y ni siquiera a mi peor enemiga le deseo que sufra por amor. Sin embargo como la contradicción es esencia de la condición humana sigo pensando en la frase de Abad Faciolince -la infidelidad es la sal del matrimonio- tenía que ser un  macho, yo diría - la infidelidad es no tener ni cojones ni ovarios para ser feliz y coherente (ya lo he dicho si le gusta el bufette quédese solterita o solterito)-

 y entre tanto será que podemos entender que facebook no es la vida real pero cuando el río suena... será que en cambio de espiar al otro, utilizamos ese valioso tiempo en auto - amarnos y darnos cuenta que algo en nosotras está fallando, será que algún día tendremos la capacidad de ser verdaderos y responder en el oráculo que todo lo sabe  y no es la red social: pregunte y responda y a mi que no me vengan con el cuentito de negarlo todo, ¿porque no lo reconoce y así sabemos en que bus nos montamos?  voy a mejorar el planteamiento, ¿será que podemos actuar consecuentemente con lo que decimos y así evitar el silencio que produce un borrego engañado o la verdad que causa una herida de guerra en el corazoncito y en la autoestima? ¿me sacan de este atolladero?





Comments

Anonymous said…
Pienso mucho en ti.
Jr

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