Pam: Manual para manejar la crisis

La uña del dedo meñique es la última víctima de la ferocidad de Lucrecia Caballero alias Pam. Por sus dientes de dinosauria han pasado primero el pobre índice, después el corazón, las pielecitas rebeldes del anular, la completud del dedo gordito y finalmente el meñique, que para Pam, es la evidencia de que es una muchachita frágil y dulce aunque se jacte de mucho café con leche, de ser la mala del paseo, la niña - niño.

Pam se queda absorta en el dedo meñique, y respira agitádamente buscando un chute de salbutamol en la maleta, el "oh dear inhalator" incondicional amigo de los niños asmáticos. Nadie sabe en qué radica la ansiedad de Pam, especie de bicho pequeño y asustadizo que busca imperiosamente un huequito debajo de un brazo dónde meterse. Manuel, experto en botánica, le dice que lo único que puede calmarle esos nervios es un plón de yerba, Pam dice que la yerba le da sueño y ganas de mirar al techo, y sigue buscando el inhalador con los deditos mordisqueados. Pam, you need un very good manual para afrontar las crisis. 

1. Olvide que puede conseguir una respiración adecuada:  Gabi, que ahora incursiona en el budismo, le pide a Pam que respire lentamente y la sienta al frente de un cuadro con un montón de imágenes foráneas que a decir verdad a Pam no le generan nada. Gabi pronuncia con voz grave y entonación budisticonepalí -Ñam Myoho Rengue Kyo-. Sin embargo a Pam no le nace ningun efecto el sutra de la flor de  loto y en cambio le salta el pie involuntariamente. 

2. No es bueno bajo ningún concepto llamar al exnovio: quién mejor para saber todas las necesidades de Pame que Sergio, aquel chico que tiene un corazón de diamante y una capacidad increible para volverla mierda. 

-alo ¿Ser?

-Oe Pame

-¿Cómo estás?

-Qué te pasó ahora?

-no, nada

-claro, siempre llamas para que te contenga, eres una bruja egoista y manipuladora. Tus crisis de ansiedad se deben a tu egoismo. Maldita gata mala.

-Sí Ser, soy una gata mala y muy mala... lo siento.

-deja de hablar como asesora de Lufthansa, odio tu buena voluntad de telefonista.

-Ok Ser, disculpe las molestias ocasionadas. Grita Pam comiéndose la uña, si es que a ese dedo guiñapo le queda uña.

  3. Evite incurrir en las adicciones: Si en los años 90 hubiese existido facebook, Pam lo hubiera dado todo por perder el tiempo en su fascinación de voyeur pero en cambio solo cuenta con 2000 pesos que le alcanzan para un moño de maryjane o para cuatro cervezas, podría funcionar un chutesito de ron, un papelito con el dark side of the moon o comerse ciento cincuenta chocolatinas jet. Pero, todas las adicciones degenerarán en el pesado y oscuro amanecer con la boca seca y el pelo enredado y digamos que para Pam, tener el pelo enredado y acostarse sin bañarse los dientes es la fuente de gran parte de sus neurosis.  Sépase que como adicciones entran el I ching, el tarot, la consulta de las runas y la lectura del chocolate, no se haga la carta astral, en el caso de Pam le dijo que era buena para vender cosméticos.

4. No acuda al psicólogo, todos están fritos, sí como un tostaco: Pam entra al despacho de una mujer más bien repuestica y con risa de perro, más bien pasivo agresiva. -Lucrecia linda, oh mira, tu nombre rima con linda- dice aquella generosidad de carnes.  Pam se agarra a la silla como cuando se realiza el imperioso descenso en la montaña rusa. Para romper el miedo a la locura ajena, Pame le pregunta por el libro que tiene sobre el escritorio. La psycho doc le dice con ojos brillantes - es mi libro de dietas, antes me envolvía en papel reynolds para adelgazar, ahora, estoy con la piña y el atún- Pam quiere vomitar. 

5. Acuda al sarcasmo y al apoyo de sus amigas más cercanas: Vaya directo al grano y ríase de su pobre y aburrida vida. Pam piensa que sus crisis son debidas a su personalidad mimada y decadente. Toma la bici y se sienta en el parche a burlarse de su crisis, -voy a terminar sola como la una y con ocho gatos- aulla histriónica. Las buenas amigas se ríen y la abrazan con comentarios sin nisiquiera un resquicio de indulgencia. Reirse va bien en las crisis. 

6. Tenga perspectiva: Pam, canalea al frente del samsung cabezón que brilla inclemente en sus ojos marrón. La verdad es cruda, la realidad tiene perspectiva. ¿Qué importan los nimios dolores de una mocosa de un barrio proleto al suroccidente de Bogotá? Puede ser peor, está la guerra de Kosovo, el asesinato de los de la UP donde milita Tatiana la de la cuadra de atrás y está también Sendero Luminoso en el Peru. Pam se queda en silencio y dice -lo que soy es una guevona- 

7. Si nada de esto funciona, llame a su figura materna: llore. Pam corre al bondadoso pecho de Alicia su madre y como una perdida hace un charquito de lágrimas y mocos en el calorsito tierno y uterino de la paciente, benévola, cruel y ambigua mami.

8. Dígalo cantando: la única manera de exorcizar los malos sentimientos es apelando al arte. Dibuje, baile, grite, métase al pogo en un concierto de punk en el barrio Policarpa. Aúlle con todas las canciones del sinsentido: Loser de Beck; killing in the name de Rage; Walk de Pantera etc etc etc. Entérese de una vez por todas que el mundo es una porquería y usted tiene que sacarse todo el smog del no futuro, cante dinero, vive tu vida, todos esos lindos temas del punk. Si todavía no lo logra,  cante seek and destroy de Metallica o si quiere verdadero rock and roll cante el tango Cambalache. Evite Bon Jovi, es equivalente a la telenovela cara sucia o verano del 98. Dicho esto, Pam tiene a mano una poderosa discografía del rebel teeneger noventero.

Krisis, viene del griego y significa decidir. Pam camina en círculo varias veces en su cuarto, ha contado cincuenta circulos de la crisis. Luego cansada se sienta en el piso y decide. Baja las escaleras de puntitas y su familia se dispone a comer la deliciosa sopa instantanea de micro - ondas. Padre de Pam la mira por encima de las gafas, con voz de patriarca del pentateuco pregunta -¿y?- Pam le dice apretando los dientes -quiero estudiar literatura-.  Después del sabor amargo que implica para una niña del común tomar la fría y calculada decisión de estudiar literatura el padre le dice con sobriedad -¿no ha pensado en una segunda opción?- y Pam sonríe porque siente que lo tiene todo controlado - sí Pa, música- oh, la siempre mal ponderada crisis...