El holocausto hippie made in: capitalismo.


Que tristeza,  con todo respeto, aquellos y aquellas que piensan que existe el destino, que está totalmente en sus manos y que todo se atrae si se piensa positivamente. A ver, no se si un líder negro, desplazado de sus tierras y amenazado de muerte atraiga semejante destino, o la mujer a la que el marido le esconde las pastillas anticonceptivas porque quiere un hijo así ella no quiera, ¿ambos atrajeron con su mala onda la maldá? no, la verdad es que la vida es más compleja como para arreglarlo todo con Paulo Cohelo, Walter Risso y un par de sesiones de acupuntura o relajación pachamamística. A ver, no es que ellos atrajeran las malas vibras, es que este mundo es injusto, de promesas incumplidas y de los poderosos y a ellos les funciona el particular hippismo que dice que todo está en ti, todo lo puedes cambiar. Ok, dile eso al líder desplazado que hoy está huyendo por todo el país, es su responsabilidad, si está en la mala es que no supo como atraer la felicidad. Esto me lleva a pensar, que para ser hippie hay que tener billete y ser de clase media emergente, quien no va a tener buenas pulgas con todos los derechos asegurados.  

Yo la verdad lo he intentado todo para dejar de ser la malgeniada que soy, la rabiosa
y la iracunda. He pasado en su orden por curas, psicólogos, yagé, bioenergético, círculo de palabra tubú, termales, psicoanálisis, acupuntura, retiro en monasterio budista, grupo de oración católico, yoga, tarot de Jodowrosky, tarot normal,  I ching, biblia, teatro, danza contemporánea, flamenco y un voluntariado en save the children. Sí, todo eso para encontrar el secreto y atraer el bien, hay que decir que la hippie que hay en mí me ha llevado por todo ese sendero hasta que en una aproximación con terapia alucinógena vi lo que no había visto,  estaba harta porque pensaba que el problema era yo y sí, pero la verdad descubrí que dejaba que me chingaran como mejor les daba la gana y simplemente pensé ¡que les den! la verdad vivo un 1% más tranquila.

El otro 99% no lo puedo controlar, es decir uno puede intervenir la ira y la manera violenta de asumir los conflictos, la codependencia o la depresión,  pero la injusticia y las emociones derivadas de ella, si me las llegasen a quitar, sería como si me hicieran una fuerte lobotomía y quedara hecha una zombie - hippie. Esos ejércitos piden que no haya rabia, que no se permita la ira ni la compulsión, son como unos elfos de Rivendel, felices de ser artesanales, mechudos y dulces, que no les gusta la confrontación y que todo son ponys rosados y rainbows, claramente un sujeto promedio se indignará con el día a día en un país como Colombia o como Palestina, estos no, no permiten más que la caridad y el amor y no cuestionan que la injusticia tiene perpetradores y estos se pueden señalar y castigar, pero no, ellos no decidirán nada así porque les da mal karma.

Soy más o menos la criticona, la pesimista, la negativa y la nihilista, pero soy eso porque si sigo echándome historias de maripositas moradas y de inciensos no llegaré a ningún lado, porque básicamente en un sistema capitalista donde la movilidad social se da por el networking, el nivel de lamer suelas o el apellido, no por el mérito y la estructura de oportunidad, no me queda de otra que pertenecer al ejército industrial de reserva o continuar como una outsider en una ecoaldea, aunque por mi personalidad urbana no llegaría ni a una semana. Mi hippismo por tanto está en crisis, porque la rabia es digna, es un lugar de creación y así debe considerarse (ha salido lo más hippie de mí pese a mi continua autocensura).

Tal vez sería hippie si no tuviera que ver todos los días a las señoras del servicio de mi edificio, sacar al perro en uniforme, si no tuviera un capullo que me hace la vida prácticamente imposible en el trabajo porque no se lo di, ni se lo daré y si mi cotidiano no fuera una lucha para liberarme, porque ya me han dicho puta, mala mujer, asquerosa y porquería y todo eso ha sido producto de un gesto de confrontación y del abandono a esas personas maltratadoras y espeluznantes. Digamos que con justas proporciones me asquea la doble moral y el hippismo tan útil para el capitalismo y sus pendejadas individualistas y superfluas. 

Para el capitalismo cada quien se merece lo que tiene, los pobres son pobres porque quieren, a las mujeres les gusta que les peguen, los niños no entienden y los viejos son como niños, los indios son malos, los negros son violadores ¡nada más lejos de la realidad! para el hippismo todos son niños y sin agencia política, todos bellos, todos lindos, linda la vieja con la chaza vendiendo a sus 80 años dulces, lindos los pobres porque son buenos, todos gente linda. Además de su constante necesidad de vivir en la naturaleza, pero bueno no cualquier naturaleza, aquella avaluada y con casa de guádua, último grito de la arquitectura hippie chic. Todos vivirán en los suburbios (ni los pobres ni los feos tienen para pagar esa tierra). Pero todo bien, ellos están conservando cultivos orgánicos así se metan toda la coca paramilitar y la marihuana guerrillera o de ambos, porque no hay conflictos en los negocios que dan billete. 

Y lo peor de todo es que las clases medias y altas siguen produciendo hippies al por mayor, pero entre los hippies de la oligarquía, los radicales comunistas de café  y los fachos arribistas siempre preferiré a los mistico - mágicos manucheistas y pachamamísticos porque ellos sólo son un grupo que baila alrededor de una fogata,  pero los otros chingan al por mayor y tienen supermercado orgánico, tienda de diseño alternativo y tiendas de diseño de interiores para los hippies, también saben construir en guadua. 

Si me permiten, ahora todo será veneno y no tiene que ver con el hippismo, debo decir que me llamo Liz porque mi mamá ya era muy hippie y cristiana, así que no estoy libre de pecado, vengo de la cosmovisión de los valores y dije groserías hasta los 26 años porque en mi casa son más o menos un ejemplo de eso, de malas vibraciones y de personas rabiosas. ¡jum! somos más o menos una familia de teletubbies.  Sí, mis plexos solares o como se llamen están cada día más destartalados. Mi mantra es "que le den" y no se esas palabras impronunciables que mis dulces amigas budistas si saben como cantar. Yo estoy harta, cansada, fastidiada, de las falsas promesas, de la tontería de las redes sociales, de la superficialidad de la vida. Estoy cansada de una academia patriarcal, lame suelas, egocéntrica y arribista. Me aburre la violencia que existe dentro de las casas, el culto al dinero, la necesidad de conseguirlo así sea de manera ilegal. Joder legalicen las puñeteras drogas para que les acaben el negocio a los armados. 

Estoy harta de las preguntas obvias, de los intentos de llamar la atención, de las masacres, de la dominación a las mujeres, del maltrato a los niños, del olvido a los viejos, de la discriminación a los negros, del odio a los asiáticos, de la violencia sexual y de la cantidad de hombres inseguros, controladores, misóginos y golpeadores. De esa fascinación por la belleza y esa obsesión por conseguirla así sea rompiendo, acabando, metiendo mierda para llenar vacíos, traumas y tragedias personales. Me aburre esa necesidad de ser blanco y exitoso, de casarse porque es la única vía de la felicidad, de tener un hijo así no haya ni para el pan, porque nos realiza y nos hace mejores personas. Increible esa manía de juzgar, de criticar, de acabar con el otro. 

Mi ser hippie pide a gritos ser en un contexto de posibilidades. Hoy, Colombia se despertó rabiosa, un presidente de derechas hizo que toda la izquierda votará ´por él para que no subiera la derecha paramilitar que no está de acuerdo con los diálogos de paz, sí, vivo en un país en guerra. Los guerrilleros (que no son el che guevara sino una peli de cantinflas) secuestraron a un duro del ejército que andaba como queso envenenado para ratón por un caserío de zona roja guerrillera de civil y de paseo ¡jum! los guerrillos que trabajan para la derecha colombiana, se comieron el queso y las negociaciones se acabaron, ven.., ahí tienen su hijueputa paz pintada, ahí tienen a todo un país que quiso atraer hippimiente la paz y que como todo en esta vida terminó por convertirse -diría mi chico de ojos claros- en una cómica tragedia. 

Comments

Anonymous said…
Todos deberían leer esto.Un abrazo para ti, mujer espectacular.

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