Pam: Hermozo from Heaven



A Pam no le gustaban los gatos hasta que vio a Hermoso from Heaven. Iba para el colegio pensando en ese libro de Hesse, es que Pam pensaba que prefería los lobos y en general cánidos.  En la casa de un amigo notó unas orejas que apenas si salían y se notaban en el marco lejano de la ventana. Se detuvo Pam a observar con detenimiento si las orejas eran una alucinación, se acercó un poco más y vio como era ojos y hociquito y orejas también, vio un hermoso gato bajado del cielo y no pudo contener la compulsión de mirarlo. 

- ¿Eres de este mundo?- dijo Pam intentando tocarlo, ella pensó que saldría corriendo como todos los demás. Decía Adita Pérez que Pam tenía tan mala vibra que los gatos lo sabían y por eso huían de sus manos, ante lo cual Pam retorcía la boca y afirmaba que odiaba a los gatos, sus pelos tan sedosos y sus bigotes tan presumidos - además me dan alergia- decía la Pam muy odiosa. Pero este gato ciertamente parecía de otro mundo, Pam, obsesionada con el gesto de arrugar la nariz, casi veía en este animalejo la posibilidad que pudiera hacerlo. Se metió un chicle de fresa y se acerco suavemente a la oreja del desconocido -oye, ¿sabes arrugar la nariz?- se lo dijo susurrando como quien tiene un secreto que no quiere que se sepa.

El gato se levantó lentamente y se estiró, levantó una patita y caminó hacia Pam que estaba estupefacta de verlo tan cerquita y ella con ganas de una loratadina de urgencia, ella con ese estornudo de puro miedo, de alergia a lo desconocido. Cuando ya la tenía hipnotizada en sus profundos ojos verdes, arrugó la nariz y Pam sintió alborotado el corazón. -ay, eres un hermoso, un hermozo from heaven,  gato- se imaginó Pam que gato le decía - no soy un gato, soy un escritor que le puso orejas a la gorra de su abuelo- pero los gatos no hablan, así que Pam pensó que podía robárselo al menos una hora para poder seguir mirándolo. 

Estaba en ese clandestino plan de raptarlo cuando pasó Amanda. - ey Pam- le dijo encendiendo un cigarrillo, Pam nerviosa sacaba el chicle de la boca y lo estiraba con un dedo - y entonces- Amanda se quedó mirando la extraña actitud de Pam - ¿te gusta el gato?- le preguntó y Pam dijo - se llama Hermozo from Heaven-  y me gusta mirarlo, no más. Amanda le estiró la mano y gato le hizo cariños. -¿lo conoces?- Amanda dijo que si con la cara - me gorrea cigarro cada vez que paso por aquí, es un gato fumador-  Pam tuvo que preguntar irremediablemente - ¿Amanda este gato tiene dueño?- Amanda se rió - vieja Pam se nota que no sabe de gatos, los gatos no tienen nunca dueño, a este lo trajeron de villavicencio y se quedó aquí porque le gusta vivir cerca a los libros y a mi cigarro- Pam se puso feliz.

Caminó hacia el colegio aunque llegó tarde y le tocó barrer el cuartucho de deportes. Luego la profe de español la hizo leer en voz alta un aparte de un libro de cuentos de Quiroga y Pam desafinó el ritmo y la profe dijo algo sarcástico pero Pam se imaginaba el marco de la ventana, las orejas de gato y su nariz arrugada y se sintió feliz que tan solo existiera aunque sabía que era imposible robarlo, es que Hermozo From Heaven no tenía dueño, era libre y profundo y  a ella le había regalado el poder de amar a los libres, de amarlos acaso por un segundo y de querer contemplarlos siempre. 

Cuando regresó le dijo a su mamá -quiero un gato- y ella respondió - eres alérgica a los gatos y además eres asmática y sabrás que te dan crisis por sus pelos y ácaros- y Pam dijo - pero la sobre - exposición a los gatos me curará, quiero ponerle un nombre bonito y cuidarlo, sobre todo darle besos- La mamá de Pam la miró con esa mirada de las madres que todo lo desaprueban porque ven pasados, presentes y futuros en menos de un minuto - el gato se va a morir de hambre porque no lo vas a alimentar- y Pam dijo -los gatos no tienen dueño y el mío sólo vendrá a tomarse un tesito de vez en cuando- lo dijo enfática mirando la cajetilla de malboro de la madre. 

La mamá que leyó el pensamiento caleidoscópico de Pam le dijo -ni se te ocurra robarme un cigarrillo Pam, sólo tienes 14 años, hasta te dejo traer al gato ese, manipuladorsita-  y Pam se acercó a su mamá y le arrugó la nariz - te encantará, hasta creo que debe tener pulgas acróbatas y juro que vienen de Europa del Este- La madre se rio con una carcajada sonora - trae un gato, ya te veré estornudando- Pam buscó entre sus tesoros unas antiguas orejas y se las puso tranquila, también alistó la polaroid, esperando en la ventana y pensando en Hermozo From Heaven.
 



Comments

Antiesperanzo said…
Se merece secuela de la secuela, ¿no te parece?

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