Chismes del Red Set: no quiero ser Frida Kahlo




La imagen de Frida es para las mujeres lo que el che para la mamertería y el movimiento social, un ícono, pero hecho y mercantilizado para hippies y revolucionarios, con las estratagemas del capitalismo. Pero el che, que hasta ha padecido orejas de Mickey Mouse, por lo menos representa al hombre triunfador, al político, lo que representa Frida sin embargo es siglos de mujeres sufrientes no importa de qué clase social sean.

Porque Ser pintora en un México patriarcal de los años 30 era un privilegio, privilegio que Frida tenía. Durante mucho tiempo me identifiqué con ella, me parecía un arquetipo a seguir y hasta le puse un lugar importante en la sala. Yo comparto su ánimo revolucionario, su libertad sexual, su desarrollo estético, su aporte para el arte latinoamericano, pero además antes comprendía su amor por Diego Rivera, muralista y maestro suyo. Diego por referencias históricas era bastante mujeriego, muy maltratador y del tipo "te quiero libre" que significa, me las quiero coger a todas sin que me hinches la existencia.

Hace unos meses compré el diario de Frida y no encontré a la revolucionaria, a la admirable. Encontre a una mujer dependiente, que no sabía quién era, cuyo sufrimiento corporal por la emfermedad había oscurecido su alma. Vi una mujer que no podía admirarsu florecimiento y su majestuosidad, estaba coptada por una mentira que la habitaba. Su obra relata la tragedia de su enfermedad, el dolor de la infertilidad, el no ser bien amada y esas son tres constantes en la vida de muchas mujeres hoy en día, éxito en sus carreras, desmadre en su vida personal.

Mi análisis es más intuitivo que riguroso pero la Frida de Diego nos recuerda que perdimos, que aún con la maravilla de ser quienes somos nos quedamos habitando una mentira, una relación que está basada sobre la ficción de "soy tan poca cosa que no lograré que alguien bonito me quiera" o " puede ser que esta sea mi última oportunidad, mejor maltratada que sola". Frida sólo necesitaba mirarse tal y como era, absolutamente hermosa, creativa, revolucionaria y con plata. Decía Frida, pies para que los quiero si puedo volar, me hubiera hecho ilusión que hubiera dicho, Diego, para que lo quiero, si puedo volar. Pero aún las poderosas mujeres de nuestra historia están idiotizadas por la trampa de la desolación de sí mismas, no nos bastamos, no somos suficientes para nosotras mismas, nos gusta sin embargo, llenar de basura nuestras vidas, igual  a la peor enfermedad de Frida el mito del amor romántico.

No quiero banalizar su dolor físico, se lo que significa vivir con la enfermedad., entiendo como nuestro cuerpo se nos sale de la soberanía propia, pero al parecer el arte devino para ella como un modo de hablar sobre el dolor y el sufrimiento femenino, entiendo lo duro que es no ser madre cuando se quiere, entiendo que un útero frustrado, tenía que gritar de algún modo y su grito hoy es una fuente de contemplación, no sólo artística, también mística. Pero ya no quiero que la Frida - sufrimiento, la Frida esclava del amor sea una figura fundadora en la vida de ninguna mujer más que para ser libre y me quedo con dos nociones sobre la libertad, una creo que es de Lenin, que  definía libertad como tener conciencia de las necesidades y la otra es de Altagracia una campesina de dominicana que habla de la libertad de las mujeres como pertenecerse. 

A mi la violencia me hizo entrar en una especie de mutismo, de necesidad existencial del silencio y ahí apareció Frida y Leonora y hasta mis rocker girls que me sirven mas que el prozac y entonces pense que era un buen momento para cuestionar a quienes nos inspiran porque tambien fueron humanas que no se miraron en elespejo de la dependencia y el amor de amos y esclavos. Yo pienso que la vida tiene que ser algo mas que la oscilación entre la tragedia y la comedia, debe existir un punto de equilibrio que no conocieron los griegos como sí los indígenas, se trata de buen vivir, se trata del gesto de dejar de depender para comenzar a amar y eso no es posible sin que cada mujer reconozca sus poderes y sus debilidades, las mentiras que se echa y lo caro que paga esas mentiras.

Lo mas fácil es resignarse, recoger la ropa sucia y callar, dejar que se burlen de nosotras en público y callar, que nos golpeen y callar, que seamos infelices y callar. Lo otro es reconocer que estamos mal, que el cuento del amor entre fridas y diegos es un lugar donde nada germina, donde el vacío y ladesolación son peores que lo que se siente en soledad, allí todo será dolor, no hay otro destino apesar de la esperanza. Si Frida hubiera sido amada por Diego seria escuchada, seria atendida y tratada con justicia. Lo sabemos nosotras a quienes en algún momento nos han bienamado.

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