Pare de sufrir: los invisibles

Los machos alfa son una delicia, al menos eso pensaba hasta hace un tiempo, será un año atrás cuando una amiga me dijo -me están gustando los invisibles- ella, una diosa, había podido deleitarse con un hombre de esos que mandan la parada, un chico super exitoso y guapo, un líder, bocadito de cardenal para cualquier activista de derechos humanos y sin embargo, se encontró con los ojos de un chico feminista que no le interesaba para nada figurar en el red set bogotano e internacional, sólo la miró con amor y ella que se da el lujo de escoger, ese día solo dijo ¡me quedo con el invisible! y hasta hoy así ha sido. Los invisibles. Siempre están detrás de la acción, pero sin ellos nada es posible. En las comunidades en Colombia, se nos volvió costumbre que el chico más codiciado es el comandante o de la pandilla o del bloque paramilitar o de la guerrilla. Pero en la escala más cotidiana a las mujeres nos enseñaron a amar el poder de ciertos hombres, por algo diría Rubencito Bl...