Pare de Sufrir: los miedos de las mujeres

A nosotras que nos queremos tanto nos enseñan muchos miedos. Cuando somos pequeñas nos cuidan porque el mundo es duro e hizo que las niñas fueran el foco del francotirador de la violencia, como aves de rapiña los malos, se esconden en las calles con dulces y en las esquinas con abrigos, en los buses cuando se acercan demasiado e invaden ese maravilloso espacio vital de la dignidad. También se cuentan los piropos más guarros y vulgares, creyendo los malos que con eso son más hombres y nosotras nos sentimos deseadas. La calle era y es para nosotras un lugar de agresividades y claro, miedo... nosotras que nos queremos tanto tenemos esos temores bien documentados y argumentados. Pero el mundo no sólo nos llenó de esos miedos, también olvidamos que podíamos ser felices y que en esa batalla, tocaba, como dice mi adorada amiga de la Organización Femenina Popular: hacerle el amor al miedo. Así me enrosqué al amanecer de hoy, me dio mi consabida tembladera al ver mi cama vací...