Posts

Showing posts from July, 2013

Pare de Sufrir: los miedos de las mujeres

Image
A nosotras que nos queremos tanto nos enseñan muchos miedos. Cuando somos pequeñas nos cuidan porque el mundo es duro e hizo que las niñas fueran el foco del francotirador de la violencia, como aves de rapiña los malos, se esconden en las calles con dulces y en las esquinas con abrigos, en los buses cuando se acercan demasiado e invaden ese maravilloso espacio vital de la dignidad. También se cuentan los piropos más guarros y vulgares, creyendo los malos que con eso son más hombres y nosotras nos sentimos deseadas. La calle era y es para nosotras un lugar de agresividades y claro, miedo... nosotras que nos queremos tanto tenemos esos temores bien documentados y argumentados.  Pero el mundo no sólo nos llenó de esos miedos, también olvidamos que podíamos ser felices y que en esa batalla, tocaba, como dice mi adorada amiga de la Organización Femenina Popular: hacerle el amor al miedo.  Así me enrosqué al amanecer de hoy, me dio mi consabida tembladera al ver mi cama vací...

Pam: Hurt

Image
Voy a hacer un fukin ponche de pesares dijo Pam frente al toca discos. Pensó en The Smiths y la voz lastimera de Morrisey y luego se retractó -nada mejor para los dolores de cabeza que Beck- pero después de abrir el CD incluso pensó que no era suficiente. Lo que Pam necesitaba era la voz perdida y turbada de Portishead. Pesares era lo que cargaba Pam, después de ver que no le quedaba ni una uña de sus manos que no hubiese sido mordida, de ver que no había hecho la cama y que aún después de enterarse que había una mediana posibilidad queAlanis tocara en el Campín, no se hubiera tan siquiera inmutado. Se encogió en la cama only you y sentía un dolor que nacía exactamente detrás de las costillas.  Todo daba vueltas para Pam que no entendía eso de los pesares. El dolor es una cuestión sencilla pensó Pam, es ese estado en el que nada funciona y sientes por primera vez que eres la profunda y devastadora nada. Pam conocedora del placer y de las buenas horas miró a su alrededor y aca...

Amanda: la lluvia

Image
Y a usted quién le dijo que los besos eran malos, le dijo Martín a Amanda y ella cerró los puños sin que él se diera cuenta. -parce, hay tantas cosas inevitables en esta vida- dijo ella, él la miró con esos ojos dulces de un miel latinoamericano -hasta la dictadura se pudo evitar- le respondió.  Amanda que ama ese acento de Chile libre que tiene Martín decide besarlo, por decisión soberana y libre de una muchacha feliz. El problema con los besos es que cuando nacen atrás de las costillas, es imposible solo dar uno y cuando nacen después de cantar una cumbia colombiana en un puerto triste es aún peor. Un beso, dos besos, tres besos, cuatro besos. La calle está suficientemente sola y demasiado fría para pararlos, hay que dejar que se rieguen por toda la cara y el cuello, que se detengan en las manos y que no paren hasta que un evento inesperado, un stop, un viento o una risa o quizás unos pasos acaben con ellos y su ritmo.  Amanda se enreda en Martín y lo arrastra inte...