Pam: los amores fugaces

Sonó Ninja Mental en Radioactiva cuando Pam se acordó de la cita que tenía con Miguel. Se levantó como pudo, el pelo enredado, la una de la tarde, la casa corriendo porque era sábado y siempre había visita de tía con primo chiquito o amigos de la infancia de los padres, corre Pam, tienes 15 minutos para estar en el parque de pepos. Miguel apareció una tarde de esas grises de octubre. Tardes lluviosas que a Pam la hacen llorar de la felicidad, es por el paisaje con charcos y la gente arrugando la nariz del desespero de la lluvia. Ese día salió victoriosa con la faldita de cuadros y con las medias hasta la rodilla como la pinta de una chica que salía en un comercial de manzana postobón. Julián le decía: mira Pam que te pareces a la niña de manzana, esa que con un beso se le bebe la gaseosa al tipo que está al lado de ella y Pam se ponía presumida y cruzaba las piernas y hacía la boquita de beso. Ese día se amarró unas botas militares que compró en la octava y agarró un bolso de terciop...